¡Qué desagradable puede llegar a ser la sensación de ansiedad!. Solo los que la hemos tenido sabemos de lo que hablamos. Quiero dejaros 5 claves que os pueden servir de mucha ayuda cuando queráis parar esa sensación de ansiedad que amenaza con aparecer. Es importante aprender técnicas y herramientas que nos ayuden a controlar la ansiedad tanto a nivel físico como a nivel mental. Empezaremos con la parte física:Muévete y haz ejercicio. Parece que esto ya suena a tópico, pero es de vital importancia y el ejercicio es uno de los mejores auto-tratamientos disponibles para la ansiedad. Elige el que más te guste o el que más se ajuste a tu día a día, no importa si es dar un paseo diario, ir a clases de aeróbic, jugar al pádel, montar en bici, correr… lo importante es que lo hagas regularmente, si puede ser a diario mucho mejor. Comprueba por ti mismo como cuando te “mueves” la ansiedad y la preocupación cesan. Y por qué ocurre esto?, pues porque el ejercicio estimula la producción de neuroquímicos y quema las hormonas del estrés, así que los síntomas de ansiedad se reducen. Venga… empieza a pensar cual va a ser el ejercicio elegido y, a por ello!.
Recomendación: es importante que las personas que padezcan algún problema físico consulten con su médico acerca del ejercicio más adecuado.Duerme lo suficiente y aliméntate bien. Dormir el tiempo adecuado (ni demasiado ni demasiado poco), es vital. A veces es necesario hacer algún tipo de relajación para conciliar bien el sueño. Sería muy bueno que te informaras sobre diferentes técnicas de relajación para así practicar asiduamente las que más te gusten. ¿Sabías por ejemplo, que la respiración profunda ayuda a relajar un importante nervio, que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje de relax y de calma a todo el cuerpo?.
También es vital que lleves una alimentación adecuada. Para sobrellevar los altos niveles de estrés el cuerpo requiere altas reservas de vitaminas de tipo B. Algunos de los alimentos con mayores contenidos de esta vitamina son el pescado, las carnes rojas, los cereales, las legumbres y sobre todo los vegetales como el brócoli, la espinaca y los espárragos. El potasio también es un elemento fundamental para el fortalecimiento del sistema nervioso. Los plátanos son la mejor fuente natural de potasio.
Y para terminar… conocías el efecto relajante de las ostras?. Pues si, ya que es el alimento con más cantidad de zinc, el cual es un mineral con efecto calmante en el organismo. Otras fuentes de zinc son por ejemplo las nueces o los frijoles. Aprende a respirar. Muchas veces no somos conscientes de lo que nos cambia la respiración cuando sentimos ansiedad. Te invito a que observes como es tu respiración la próxima vez que te sientas ansioso. Probablemente notes que haces respiraciones cortas, rápidas y que tomas más oxígeno del que necesitas. Esto es la hiperventilación, y es la causante de muchos de los síntomas de los ataques de ansiedad.
Procura centrarte en tu respiración, y date cuenta de que cuanto más la ralentizas, menos oxígeno llevas a los pulmones de forma rápida y seguida, y más largas haces las expiraciones, mejor te sentirás y lograrás controlar esa ansiedad incipiente.Dirige tus pensamientos (se tú el que manda y no ellos). La ansiedad suele ir acompañada en muchas ocasiones de ese “Pepito grillo” o diálogo interno que tenemos con nosotros mismos, el cual suele estar cargado de charlas negativas y catastrofistas. El primer paso para vencer este diálogo es simplemente darte cuenta de él. Así que vamos a sacar las lupas y a observar… solo con hacer eso surge un efecto renovador en nuestra ansiedad y nos daremos cuenta de que simplemente el hecho de observar el pensamiento consigue que éstos desaparezcan… se desintegren…
Y por último te sugiero que…Afronta las sensaciones, no las evites! Si te das cuenta, en el punto anterior te comentaba que no trates de cambiar o apartar un pensamiento de tu mente, probablemente si lo haces, se hará más fuerte y persistente. Muchas veces ocurre lo mismo con las sensaciones y los síntomas de la ansiedad. Cuando realizas enormes esfuerzos por combatirlas, se hacen más fuertes, mientras que si las aceptas como son, tienden a disminuir. Así que cuando vuelvas a notar sensaciones o síntomas de ansiedad intenta recordarte a ti mismo “esto solo son sensaciones, igual que vienen se van… no me van a matar”, y sigue adelante. Cuanto más desafíes esas sensaciones más conseguirás debilitarlas.
